Diles algo, Toñín. Algo más que palmadas en la espalda, abrazos a tutiplén y sonrisa profident, que en ese plan te llevan viendo años y no van a saber si interpretarlo como señal preelectoral o tu natural estado de gracia. Diles algo, Toñín, que cuando venías algún día de Pucela tanto cariño pasaba por normal, pero ahora que vas a estar a diario queda tan forzado como esas encuestas que para garantizarte un gobierno en mayoría te obligarían a pactar con al menos dos fuerzas políticas. Vosotros, tan acostumbrados a la mayoría... Diles algo, Toñín, que conociéndolos se han pasado toda la tarde del domingo intrigando a golpe de whatsapp con que no entienden nada, ni al partido, ni a Herrera ni a D’Hondt, que ellos sacaron 15 concejales y ahora dicen que no pasáis de 8… y que Gutiérrez lo valía, aunque todavía no haya encontrado entre los emoticonos uno con cara de póquer.
Diles algo, Toñín, que están en un sinvivir, que el cuerpo no aguanta tantos días con la tensión alta, que quieren saber qué va a ser de ellos. Diles algo, Toñín, que caído en desgracia el number one y desaparecida la segunda que siempre fue la primera, se barrunta guadaña salvando algunos tropezones. Diles algo, Toñín, si ser primo de Rajoy vale para algo más que para compartir apellido o para soplarle al presidente a la oreja que lo del cambio climático es pura fantasía. Diles algo, Toñín, dile a la concejala de Urbanismo si te gustan las envolventes materiales o dialécticas, porque decir que se está a disposición del partido “al cien por mil” no deja de ser una envolvente, y si va a poder terminar de empezar la obra de la Plaza del Grano ella, o le va a quedar a otro. Diles algo, Toñín, dile al portavoz si cuentas con él para la “renovación” de tu lista o no, que tampoco lleva tantos años entre el Ayuntamiento, la Diputación y las Cortes, solo veinte. Diles algo, Toñín, al concejal de Cultura que ha (des)hecho varias de las pocas cosas que había o al joven que malician es pura ambición, medio mandato con intrigas, como si fuera exótico llevar concejalías como Tráfico o Policía haciendo eses y metiéndosela a quien se pueda. Diles algo, Toñín, dile al concejal de Jardines si con un papón de 2 ya te llega, o si te cabe otro en la terna, en plan comodín, porque Cayón lo mismo vale para tertuliano que para rey mago, y porque todavía no ha explorado el mundo de la canción o la danza, pero todo será proponérselo.
Diles algo, Toñín, lo que sea, pero diles algo. Y sigue riéndote, que no es para menos con semejante cuadro.